EL FILÓSOFO DE GÜÉMEZ
¡UN CUERPO PORNO!
Por Ramón Durón Ruiz
E
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l tiempo me ha
educado para entender que cada minuto es un admirable milagro, por ello me
siento honrado por tantas bendiciones que día con día mi Padre Dios me
obsequia; entre ellas, las decenas de correos que diariamente me hacen el favor
de enviarme mis amables lectores, el siguiente es uno de ellos.
“El
temperamental y estrictísimo padre reprocha violentamente a su hijo menor, que
se empecinaba en dedicarse al teatro.
— ¡Miserable!
¿Qué quieres, deshonrar mi apellido en el teatro?
— No tengas
cuidado, padre; ¡trabajaré con seudónimo!
— ¡Muy bonito! –repuso
el papá– Y si tienes éxito, ¡nadie sabrá que eres hijo mío!”
Para el viejo Filósofo
la diferencia entre el chiste y el humor, es muy sencilla, el chiste te hace
reír… ¡el humor te hace reflexionar!
La reflexión que
nos deja la historia anterior es fabulosa… cada persona habla “según le va en
el baile,” es decir desde su propia perspectiva.
Hay hombres a
los que la vida les pesa, nada les satisface, todo les molesta, viven en torno
al miedo, sin saber que les impide vivir al máximo sus poderes, no se dan el
permiso de entender que la existencia es un auténtico milagro, una maravillosa
oportunidad para vivir, no para sobrevivir.
Los años me han
enseñado que cuesta lo mismo ¡andar de malas!, ¡que andar de buenas!, sólo que
los resultados en tu química sanguínea, en tu familia, en tu trabajo, en tu vida
social, son extremadamente diferentes.
Andar de malas
te aleja de la gente de tu vida, te aparta de los buenos resultados, andar de
buenas, no sólo atrae a ti buena ventura… simplemente hace que tengas un
romance con la vida.
Tantos años de
civilización, y como seres humanos hemos sido incapaces de aprender que la vida
es la más maravillosa escuela en la que se enseña el arte de trascender…pero pocos
se dan tiempo para aprender.
Su ego es tan
alto, su apego al dinero es tan fuerte que creen que sólo lo que tiene “buena”
marca o etiquetas con elevados precios es lo que tiene valor, olvidan que lo único
que se requiere para alcanzar la plenitud, el equilibrio y la felicidad no es
una existencia llena de poder y/o dinero, sino un alma dulce que te haga ser
amigo de ti mismo, para que tengas la sensibilidad de enamorarte de cada paso
del camino, de vivir con tal pasión, con tal entusiasmo, que lleves en cada
parte de tu ser el poder de la alegría.
Hoy ten el
oficio de vida de aprender de la innata sabiduría que los niños y los abuelos
poseen, gozando de una natural conciencia saben que la vida no se detiene por
sus dolores y pesares.
Para ellos “La
felicidad es un instante, pero eso es la vida… una suma de instantes” en la que
con agradable sencillez hacen a un lado su ego, cancelan sus apegos, perdonan
con una alquímica facilidad, viven en el hoy a plenitud, no compiten…
¡comparten! son coautores de lo espectacular de la vida.
Abuelos y niños
son más que materia, son un alma en evolución, en armonía, en excepcional
equilibrio, no miran al de al lado ni más grande, ni más pequeño, simplemente
lo ven con los ojos del amor, de manera original saben que viven un universo
espiritual en el que ¡Somos uno con Dios!, “En el que su significado y el tuyo
se unen” saben que no hay parcelación, sino una rica interconexión en la que el
todo es la suma de las partes.
Siempre la alegría
es de todos, “la sonrisa es mía… pero el motivo eres tú” querido lector. A
propósito el viejo Filósofo de Güémez debido a los
intensos calores que hacen en la región, se dio un baño; al salir desnudo, se
miró en el espejo y se dio cuenta que tiene un cuerpo PORNO:
PORNO hacer ejercicio;
PORNO ponerme a dieta;
PORNO tener dinero pa’ la cirugía;
PORNO… ¡ir al baño!
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